Esta antigua ciudad etrusca es todavía hoy una de las joyas más bellas de la Toscana. Aquí nacieron el poeta Francesco Petrarca y Giorgio Vasari, arquitecto y pintor de quien se puede visitar su casa natal. Visítala con ocasión de su gran feria de antigüedades, donde encontrarás curiosidades, obras de arte y mobiliario de gran valor y de varias épocas.
Para los apasionados de la enogastronomía el chianti es la verdadera cuna. piérdete en los pequeños pueblos medievales como radda, greve, gaiole y casellina, detente a degustar los vinos más apreciados del chianti y tomarte todo el tiempo para vagabundear entre los paisajes de postal.
Brunello di Montalcino es uno de los vinos más preciados de la Toscana. Descubre sus bodegas, sus mejores vinos y las rutas más interesantes de esta tierra.
Chianti y la zona entorno a Siena son famosas también por la Ruta dei Castelli. Un recorrido por el interior de los pueblos toscanos con etapas en sus antiguos castilllos perfectamente conservados. Por ejemplo el Castllo de Brolio, donde encontró refugio aquel Bettino Ricasoli que dio vida a la composición del vino Chianti.
Es uno de los pueblos medievales más bonitos de Italia. Vale la pena dar un paseo por sus calles sinuosas, hacer compras en sus pequeños talleres artesanales y tomarse un poco de tiempo para visitar el Museo delle Torture o la Spezieria di Santa Fina, perfecta reconstrucción de una farmacia medieval.
Merece la pena visitar Volterra aunque sólo sea por admirar los espectaculares panoramas que la rodean. En el interior del pueblo fortificado se puede visitar el famoso Museo Etrusco y adquirir uno de los tantos objetos realizados en alabastro rojo, productos considerados de una maestría y belleza sin igual.
Termas, pequeños pueblos antiguos, excelente cocina, vino de calidad. El Val d’Orcia resume todo lo mejor de la Toscana y merece la pena visitar sus ciudades, como la pintoresca San Quirico d’Orcia, la pequeña Pienza y la maravillosa Bagno Vignoni.
Esta antigua ciudad etrusca es todavía hoy una de las joyas más bellas de la Toscana. Aquí nacieron el poeta Francesco Petrarca y Giorgio Vasari, arquitecto y pintor de quien se puede visitar su casa natal. Visítala con ocasión de su gran feria de antigüedades, donde encontrarás curiosidades, obras de arte y mobiliario de gran valor y de varias épocas.
Situada a mitad de camino entre el Val d’Orcia y el Val di Chiana, esta pequeña ciudad construida sobre la ladera de una colina de cal une lo fascinante de la época medieval y la belleza atemporal del paisaje toscano. Los paisajes que encontrarás en torno a este pueblo son de una belleza inusual. Aprovecha para saborear el vino de la zona: el Vino Nobile di Montepulciano.
Esta ciudad de origen etrusco sorprende por su asentamiento tan característico. Una imponente muralla de origen medieval que corona completamente la cima de una colina con 14 torres de avistamiento todavía hoy intactas. Pasear por sus callejuelas del centro es vivir un sueño.
Escasa y muy apreciada, la trufa ha encontrado su perfecto habitat en San Giovanni d’Asso y las zonas de alrededor, entre le Crete senesi y el Val d’Orcia. Visita los pequeños pueblos antiguos, el Museo de la Trufa y prueba la experiencia única de degustar la infinidad de platos a base de trufa de la zona.
¿Por qué no aprovechar una estancia en Siena para desviarse a Umbria? En pocas horas podrás visitar maravillosas localidades como Perugia, Asís y el Lago Trasimeno.
No hay paisajes tan bellos como los alrededores de Siena para organizar una excursión a caballo o en bici entre colinas y viñedos, a la caza de pueblos y de increibles vistas para fotografiar antes de volver a casa. Una actividad perfecta también para quien organiza un simple fin de semana en Siena.
